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viernes, 12 de enero de 2024

Dueña y señora


Botón de rosa
Se abre y se marchita
 


No sólo la odiaba y la maldecía, actuaba, acudí con personas que hacían brujería, le hicieron de todo, hasta le hecharon el muerto, sin dificultades, obtuve su ropa interior y cabellos de su cepillo de peinar; me robó el cariño de mi padre, ocupó el puesto de mi madre, cómo quisiera que se muriera, Ana,  la mujer de mi padre.  Llegó demostrando cariño hacia nosotras, Manola, mi hermana y yo la recibimos de mala manera, protestamos cuanto fue posible para que mi padre no la trajera a casa, sin éxito; nos ha tratado bien, no lo puedo negar, es muy hacendosa y disciplinada, pero no puedo evitar mi aversión hacia Ana; le permití un poco de acercamiento, me convenía, porque se encargó de tenerme todo siempre dispuesto en la casa, nos atendía como niñas, yo no levantaba ni un dedo, Ana estaba para ser la esclava de nosotros, nunca la dueña y señora de aquí.


Manola, terminó por encariñarse con ella, es tan idiota, le cree su cuento de buena madre; Ana hizo todo por pedirnos que le apoyáramos en el aseo de la casa, cosa que jamás admití, pero, Manola, en su pendejez, la apoyó, de ahí surgieron conflictos interminables, le daba sus patadas a Manola por doblar las manos, siempre sin ser vista por mi padre, hasta la hacía llorar con mis golpes, hasta que me descubrió mi padre en plena golpiza que le estaba dando a Manola, en el jardín de la casa, seguramente, esa maldita vieja nos hechó encima a mi papá.

Huí de casa, tenía suficiente para largarme,  le robé dinero a mi papá durante mucho tiempo y él ni siquiera se daba cuenta y si notaba algún faltante, culpaba a Manola, ella es mayor por dos años que yo y cuando llegó su vieja, la culpa fue para ella; Manola siempre me protegió, me encubría en todo, dice que me ama más que a nada en el universo, pues que lo demuestre.  Hice todo lo que me dio la gana, ya había tenido sexo desde los trece años, ahora, a mis veinte, es lo único que me interesa; Manola, siempre llamó la atención de mis novios, dicen que es muy guapa, aunque yo la veo muy fea y flaca; dicen que es muy dulce, yo la veo penitente.  Mi padre nunca se enteró de  mis citas en nuestra casa, aprovechaba el tiempo que se ausentaba para trabajar, me enamoraba de verdad y correspondía con más cuerpo que alma.  Nunca me he embarazado, por suerte, algunos novios han usado condones, sin embargo, yo no lo prefiero, no se siente igual que al natural.  Hubo una ocasión en la que Ana me cachó en la movida con uno de mis novios, en el jardín, ese jardín está maldito, a solas, Ana me intentó dar consejos, como si le importara de verdad y no se lo dijo a mi padre.

Cuando se me agotó el dinero y nadie me quizo en su cama, volví a mi casa, altanera y más grosera, mi padre me recibió con los brazos abiertos, todos lloraron conmigo.  Dejé de estudiar, por mas intentos que medio hice, nunca logré terminar la prepa, estoy trabajando, así no tengo que soportar a Ana y a la tonta de Manola; mi madre nos abandonó cuando éramos pequeñas y cuando aparece, sólo es para pedirnos dinero, por un tiempo mi padre le daba suficiente, envuelto en un mar de lágrimas, porque decía que aún la quería, después de años, apareció esta vieja y aquí está de metiche, ocupando el puesto de mi madre.

Ana está perdiendo su largo cabello castaño, ya tiene varias partes calvas en su cabeza, se ha sentido enferma y constantemente acude al médico, quiero que sufra y después que se largue.  Algunos de los trabajos de brujería que pagué hizo efecto, no me arrepiento, aunque veo preocupados a mi padre y a Manola por la salud de Ana.  También pedí que le hicieran un trabajo a mi mamá, para que regrese con nosotros, cuando se largue Ana, pero sólo nos llama por teléfono para pedirnos más dinero.  Manola, sospecha, dice que ve maldad en mí, ahora resulta que es bruja o adivina y yo pagando por fuera tantas brujerías, le suelto una carcajada, diciendo que soy más inocente que ella, mi boba hermanita.  Por ahora, debo esperar a que la brujería funcione, me pidieron paciencia y ya no veo el día en que Ana salga de mi casa para siempre y mi madre vuelva a ocupar su lugar de dueña y señora de esta casa.







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