Galleta de gengibre

Mide 70 cms.
Fieltro, galón o espiguilla dorada, espiguilla blanca, listón de organza, cerezas, pick cereza escarchado y de frutas, en este diseño utilicé botones negros lisos para los ojos.
Diseño de mi autoría,

Santa voluminoso

Es el mismo procedimiento de el muñeco de nieve.
Este diseño también podría funcionar como un atranca-puertas.
Donde lo coloques siempre lucirá.

Te tocó perder

No hay pérdida
Recitas con mirada ausente
Aunque el espejo denota tu fraude
¿Hay que caer para aprender?
Y nada se detiene
Sólo tu corazón
No será por siempre
Sólo amaste más
Sí, te tocó perder...

Vertiginosamente

¡Va cayendo, vertiginosamente
Las aves le picotean el rostro
Buscan sus ojos
Firmanento celeste, grieto estás
No le puede ver más
Le retiró su mano fuerte
Sin nada a que asirse
Toca fondo
Suspira por esa estrella fugaz
Cuánto ascendió y concedió
Eterno amor, infierno cruel
Golpe seco
No mueras más!

Alas rotas

Ahí, en el aire, alas vacías
Busca el prodigio de sus labios
Ardor que alivia insominios
La chispa de sus ojos
Esa que incendia todo
Cuando le sostiene la mirada en la penumbra
y dicta versos con sus besos
Eclipsando tiempos
Abrazando sus alas rotas
Encantamiento eterno
Ese que late en su pecho
Que arde en sus venas
Ante el milagro de su vuelo

Galería Navideña

Cómica labor. Mide 65 cms de alto.
 Además de fieltro, galones, hilo dorado y cinta metálica, bordé con cuidado las copas.
Salud!
 


 

Mide 50 cms alto.

Jack en fieltro

A las chicas les dió miedo cuando tocaron los huesos de sus manos, inclusive, una de las alumnas  lanzó un gritito de horror al tacto de la mano de Jack, no tienen idea de cuanto me he divertí con esto (soy tan malvada), aún ahora río al recordarlo.
Jack, elaborado en fieltro y dubetina. Mide 1.70 m
El traje lo trabajé con pintura textil inflable, en color blanco, confesaré que fue una labor muy difícil, el pulso no me obedecía después de haber trazado muchas líneas, pero, el resultado me hizo feliz.
En cada uno de los dedos coloqué un alambre grueso, con esto, al palpar sus manos lograbas sentir e imaginar los huesos de una mano; ninguna de las alumnas se animó a elaborarlo, convencidas de que era "mucho trabajo", según ellas.
Bueno, también lo confesaré, cada vez que entraba en las noches, lo primero que veía era a mi Jack, la luz mortecina del farol de la entrada le daba un aspecto siniestro, cada vez que entraba acompañada de personas que no lo habían visto..., en fin, imagínense lo demás...