Entender el motivo de tu partida
Para qué, finalmente, siempre corrías en huida
El engaño era mutuo, fue difícil entenderlo
Sólo fue un intento vano de amar, para ti: un juego
No abriste ni un poco tu corazón
Lloré de pena, cada noche, sin embargo, mi amargura no era por ti
No sentía lo desaforado y ardiente por tenerte a mi lado, estaba perdida
En tus idas no había suspiros tras de ti, dónde estaban mis anhelos, esos que me enloquecían con un roce?
En tu tibio existir, un bostezo marchito siempre hilaba, confundida
No palpé esa urgencia hirviente en aquel pleno beso que nunca me consumió
Por ti, este corazón latía pausado, nunca logré engañarlo, él siempre supo que
No valía la pena estar a tu lado
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