Se alejaba en silencio para no ser visto,
caminaba pausado,
arrastrando suavemente los pies
para no ser escuchado.
En abandono, en secreto,
Ya le veía marcharse.
Alejándose, le fragmentaba su alma.
Hay cosas que no se exigen,
El amor es uno de ellos.
No podía contenerle,
se desvaneció de sus manos.
Sostenía en sus brazos su aroma.
En su mente, su recuerdo.
En su corazón ardían las brazas,
No sabía como apagarlas,
Dejaría que se consumieran,
Las lágrimas que caían,
Quizás, las apagarían, en tortura.
Sólo su beso se revelaba.
No le dejaría irse, labios tercos.
Le recordaría entre cenizas,
Su silueta y su fragancia.
Evocaría su ternura, su calor,
sus palabras, su roce.
Viviría en sus labios,
en su aliento,
en su tibieza,
Ahí, en la distancia.
en su tibieza,
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